

“Dado que el coche no tiene grandes salientes, se puede aparcar con facilidad en cualquier sitio”, afirmaba un texto publicitario de la famosa marca Mercedes publicado en 1963.
El 230 SL celebraba por aquel entonces su estreno. Se trataba de un roadster femenino y elegante del que saldrían unos 19.800 ejemplares de la cadena de montaje hasta 1967. El encanto de este vehículo no residía solo en la facilidad para aparcarlo, sino sobre todo en sus formas desnudas con líneas claras y sobrias.
Los compradores de este biplaza podían decidir la apariencia que iba a tener su 230 SL ya que Mercede Benz ofrecía modalidades de techo. El equipamiento estándar de seria consistía en un techo totalmente plegable. También estaba disponible la opción de hardtop, que podía ir montado encima del techo plegado.
Como tercera posibilidad, existía un modelo con el techo fijo sin capota. Y con orgullo los fabricantes de Untertürkheim podían decir, en 1963, que el hardtop estaba, por primera vez en la historia, entallado hacia el interior.
Grandes superficies con cristales, prolongadas hacia arriba, y unos montantes de las ventanas extremadamente delegados le daban un toque mundano a este casi grácil. Los técnicos de Untertürkheim hicieron derivar su motor de seis cilindros del grupo de inyección del 220 SE. Sin embargo, el motor del 230 SL, tiene como particularidad que la inyección no se realiza en el tubo de admisión, sino directamente en el canal de aspiración de las culatas, con lo que la mezcla se calentaba con el agua del radiador.
El motor alcanzaba así una tasa de compresión, alta para la época, de 9,3 a 1, lo que se traducía en una potencia de 150 CV a 5.500 rpm, y en una velocidad máxima de 200 km/h para un coche equipado entonces únicamente con una caja de cambios manual de cuatro velocidades. La caja automática opcional permitía igualmente que el coche alcanzase una velocidad de 195 km/h.
Los límites del 230 SL se notan claramente en comparación con el modelo que le sucedió, el 250 SL: este disponía de frenos a disco en las cuatro ruedas. El 230 SL sólo los tenía en las delanteras mientras que las traseras se frenaban con tambores. Al fin con turboenfriamiento. Y, en tanto que hijo del milagro económico de la Alemania Federal, este vehículo había sido construido para proporcionar placer al volante, independientemente de su valor práctico.
Con una ligera dirección de recirculación de bolas o bien, opcionalmente con una dirección asistida, estaba destinado a seducir ante todo a una clientela femenina que no podía dejar de disfrutar con la guantera de madera noble y la lámpara integrada para facilitar la lectura de los mapas.
De largo mide 4,28 mm, de ancho 1,26 mm, y de alto 1,29 mm. Pesa 1.295 kg. Acelera de 0 a 100 km/h en 10 segundos.
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Originally posted 2011-10-04 00:00:46.