Se trata del sucesor del legendario Type E y fue presentado en 1975. Pero hasta trece años después, en la primavera de 1988, Jaguar no quito el techo de su coche deportivo XJ-S para hacer de el un cabriolet, que fue lanzado el mercado de los open air.
Los hijos de padres celebres suelen tener muchas dificultades para encontrar su lugar bajo el sol. Así ocurrió exactamente con el Jaguar XJ-S cuando apareció en el mercado en 1975. Pues su directo predecesor, el legendario Type
E, se mantenía profundamente grabado en el espíritu de los enamorados de Jaguar como encarnación absoluta del coche deportivo.
En este sentido, el XJ-S no podía resistir la comparación con otros coches semejantes. Concebido, diseñado y construido en primer lugar para ese importante mercado de exportación que es América, este Jaguar hacia todas las concesiones posibles. El coupe tenia punch, confort y espíritu deportivo, pero mientras los americanos lo acogieron con los brazos abiertos, el club europeo de Jaguar no dejo de dudar del XJ-S.
Ante todo, lo que los clientes y admiradores reprocharon a los jefes de Jaguar es que la fábrica inglesa de Coventry hubiera renunciado a construir también el XJ-S como roadster abierto. Y cuando por fin se decidieron, en 1983, a ofrecer la versión abierta que exigía al mercado, el resultado en forma de semiversión Targa fue considerado como un dudoso compromiso.
¿Por que Jaguar no recordaba la bonita época en que el techo de chapa desaparecía completamente? La respuesta esta en el viento que soplo por fin, en la primavera de 1988, hasta el fondo del habitáculo del XJ-S. Trece años después de su presciencia, el XJ-S apareció en forma de verdadero cabriolet. Así fue como esta nueva versión, considerada ya un clásico, celebraba sus inicios.
A pesar de su respetable longitud de 4,76 metros, el XJ-S cabriolet era un biplaza sin concesiones. La línea alargada y sin florituras de este deportivo fascinaba ante todo cuando la capota estaba cerrada. Pero cuando el techo se retiraba, la joroba que formaba la capota entre el habitáculo y el maletero solía resultar un tanto irritante.
Karmann, especialista alemán del descapotable, transformo el coupe en cabriolet. El legendario motor de doce cilindros en V de Jaguar proporcionaba su vigor a la fiera: una cilindrada de 5,3 litros le entregaba 264 CV a un régimen relativamente moderado de 5.250 rpm.
Así, el cabriolet XJ-S agradaba porque permitía a la vez circular sin techo y a marcha rápida. Este Jaguar era, sin duda, un coche de prestigio, pero la cuestión es saber si se trataba de un verdadero deportivo.
Este mide 4,76 mm de largo, 1,79 mm de ancho y 1,25 mm de alto. Su peso es de 1.875 kg. La velocidad máxima era de 230 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos.
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Originally posted 2011-12-25 19:32:28.