Presentado en 1980, fue el primer coche que revoluciono todo. Con el Quattro, Audi mostró que era posible aplicar el concepto de la tracción integral a los turismos, mejorando con ello sus prestaciones y seguridad sobre superficies deslizantes. Gracias a esta tracción el Quattro domino el mundial e Rally durante tres temporadas.
Los ingenieros de Audi, encabezados por Jorg Bensinger, estaban empeñados en demostrar que la tracción en las cuatro ruedas podría ser la solución de los problemas habituales en los coches de gran potencia y tracción a un solo eje. Los coches de 200 CV o más con tracción delantera tenían problemas para pasar los caballos al suelo y los de ruedas traseras motrices tenían tendencia al deslizamiento de la parte posterior, lo que dificultaba su conducción y la hacía peligrosa en malas condiciones de adherencia.
En la década de 1970, Jensen fabricó el sofisticado Interceptor FF, con tracción integral Ferguson, que además fue el primer automóvil de mundo con sistema antibloqueo de frenos. El Jensen, por su elevado precio y limitada difusión, no fue un coche que creara escuela, como tampoco el American Motors Eagle, comercializados a fines de la misma época, que utilizaban una transmisión desarrollada por Jeep (del Jensen y del AM Eagle hablare más adelante).
Audi intentó solucionar los inconvenientes de la tracción integral, habituales en los todo terreno (que eran los únicos que tenían tracción a cuatro ruedas en esa época), que era el aumento de peso y la necesidad de espacio que obligaba la caja de transferencia.
Finalmente lo lograron gracias a un ingenioso sistema, diseñado por Hans Navidek, que repartirá el par al 50% a cada eje mediante engranajes cónicos. La novedad del mecanismo estaba en un eje que incluía, en su interior, el diferencial intermedio, de tipo Torsen, integrado en el cambio. De esta manera, y para unir el diferencial central con el delantero, se utilizó un eje de reenvió, situado dentro del anterior, mientras que el par pasaba al tren trasero a través de un árbol de transmisión, con salida en la parte trasera del cambio. Este sistema, que obliga a elaborar piezas de gran precisión, tenía la ventaja de su escaso peso y volumen.
Ferdinand Piech, un ingeniero que trabajo para Porsche y que más tarde llegó a la presidencia del grupo Volkswagen, fue el encargado de tomar la decisión de construir un coche de altas prestaciones. Así nació en Audi Quattro, presentado como prototipo en el Salón de Ginebra en 1980.
Para armar el Quattro se utilizaban piezas de serie. El motor se tomó del 200 Turbo, en ese entonces la berlina con tracción delantera más potente del mundo, aunque la potencia se aumentó de 170 a 200 CV, gracias al uso de un intercooler, un turbo que soplaba a 0,85 bar y una relación de compresión de 7:1. El bastidor era del Audi 80, convenientemente adaptado para encajar la nueva transmisión, mientras que para la suspensión trasera se invirtió la McPherson delantera del 80, reforzándola con tirantes. Se eligió un carrocería coupé de cuatro plazas, no excesivamente bonita, pero igual daba la sensación de poderío que la marca buscaba.
Desde 1981, Audi alineo a los Quattro en el Mundial de Rally. Desde su segunda salida, en el Rally de Suecia, Mikkola llevo a Audi a la victoria. Ese mismo año Mikkola ganó el RAC de Inglaterra, y Michele Mouton se convirtió en la primera mujer en ganar un Rally Mundial, en San Remo.
En 1982, el Quattro ganó siete de los 12 Rallys disputados y Audi logro el título de marcas, mientras que Mouton, era segundo del de pilotos, detrás del alemán Rohrl. En 1983, Audi perdió el título de marcas ante Lancia, pero Mikkola se impuso en el de pilotos. En 1984 se logró el doblete con el título de marcas y el de pilotos para Blomqvist.
Paralelamente, el Quattro contagio a toda la gama de modelos. Desde entonces, Audi tiene en todos sus modelos la tracción en las cuatro ruedas. Las demás marcas también se interesaron y desarrollaron sus propios sistemas de tracción integral. Gracias a esto Audi se ganó la fama de tener coches seguros y tecnológicamente avanzados y todo gracias al Quattro.
Especificaciones técnicas:
- Motor: Delantero longitudinal de cinco cilindros en línea, refrigerado por agua, con seis apoyos de bancada. Bloque de fundición y tapas de cilindros de aleación ligera.
- Cilindrada: 2.144 CC.
- Diámetro por Carrera: 79,5 x 86,4 mm.
- Relación de compresión: 7:1.
- Distribución: Árbol de levas a la cabeza y dos válvulas por cilindro.
- Alimentación: Inyección Bosh K-Jetronic con turbocompresor KKK, tarado a 0,85 bar e intercooler.
- Potencia Máxima: 200 cv a 5.500 rpm.
- Par Máximo: 285 Nm a 3.500 rpm.
- Velocidad máxima: 220 km/h.
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 7,9 segundos.
- Consumo promedio: 13 l/100 km.
- Chasis y carrocería: Monocasco autoportante de acero reforzado por roll-bar en aluminio. Carrocería coupe de cuatro plazas y dos puertas de acero estampado.
- Suspensión delantera y trasera: Independiente McPherson, brazos inferiores a triangulo transversal, muelles helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra estabilizadora.
- Frenos: Discos ventilados en las ruedas delanteras, discos macizos en la traseras.
- Dirección: Cremallera servoasistida.
- Ruedas: de aleación de 6 x 15 pulgadas con neumáticos 205/60 VR 15.
El Audi Quattro mide 4.404 mm de largo, 1.733 mm de ancho, 1.344 mm de alto. La distancia entre ejes es de 2,524 mm. Pesa 1.300 kg.
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Originally posted 2014-01-21 00:58:41.