En sus orígenes, la empresa BMW se dedicaba exclusivamente a la construcción de motores de aviación. No fue hasta más adelante, hacia finales de los años veinte, cuando los Bayerische Motorrenwerke se lanzaron a la producción de automóviles, no en su sede de Múnich, sino en Eisenach, en Turingia. El 327, deportivo y con una tecnología bastante elaborada, fue una primera prueba del gran potencial que BMW disponía como fabricante de coches.
El BMW 327 puede considerarse uno de los primeros golpes maestros de BMW. Se basaba en la berlina 326 y se presentaba en forma de coupe o de un cabriolet. El motor de seis cilindros en línea, con un recorrido extremadamente largo, era una construcción totalmente nueva para el 326 y desarrollaba más potencia, en el modelo 327 con carrocería deportiva, de 55 CV, cinco más que en la primera versión.
Los ingenieros de Eisenach habían obtenido este aumento de potencia con un ligero incremento de la tasa de compresión (6,3:1 en vez de 6:1) así como por la utilización de un carburador suplementario.
Lo que parece relativamente modesto hoy era más que honorable en los años treinta. El 327 alcanzaba una velocidad máxima de 125 km/h, mientras que la fábrica garantizaba una velocidad de larga duración casi sensacional para la época: 115 km/h. El 327 se enorgullecía de ser uno de los representantes verdaderos rápidos que se podían encontrar en las todavía poco frecuentadas, y en consecuencia y a menudo mal concebidas, carreteras de Europa.
En una versión posterior, el 327/8, el motor de seis cilindros de dos litros vio cómo se aumentaba su potencia hasta los 80 CV para ser instalado en el roadster deportivo 328. Este coche permitió también a los pilotos de competición de BMW convertirse en visitantes habituales de los podios de la época. Hay que precisar que la versión de carretera alcanzaba finalmente una velocidad máxima de 145 km/h.
La carrocería del 327 se basaba en el chasis rebajado del 326, de donde tomaba también el eje delantero de brazos oscilantes transversales. Por el contrario, el eje trasero con muelles semielípticos y con amortiguadores hidráulicos se tomaba prestado del roadster 328, mucho más deportivo.
La transmisión de la potencia se confiaba a una caja de cuatro velocidades unida al motor, y la tercera y la cuarta marcha estaban sincronizadas.
El BMW 327, con sus formas armónicas y fluidas formaba parte sin duda de los más bellos coches de serie de la época. La carrocería coupe, llega de ingenio, era aun relativamente nueva en Alemania; los diseñadores de BMW se habían inspirado claramente en Alfa Romeo y Lancia.
Mide de largo, 4,50 mm, de ancho, 1,60 mm, y de alto, 1,42 mm. Pesa 1.100 kg. La velocidad máxima es de 125 km/h, y acelera de 0 a 100 km/h en 25 segundos.
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Originally posted 2011-09-30 15:04:12.