El BMW 325i Cabriolet es uno de los escasos coches verdaderamente logrados de los 80. Este cuatro plazas descapotable hacia revivir la antigua tradición de la marca. Con un poderoso motor de seis cilindros, era un coche de prestigio codiciado por un público más amplio que el de los jóvenes amantes de la velocidad.
Cuando el primer Cabriolet de serie 3 fue presentado en 1985 en el IAA de Francfort (el coche no aparece oficialmente en el mercado hasta la primavera de 1986), el publico tuvo una reacción eufórica. No era extraño, pues la pasión por le Cabriolet había empezado a mediados de la década de 1980 y el 325i fue acogido con una alegría casi infantil. Exceptuando las versiones descapotables, ciertamente muy caras, creadas por las marca de gran lujo, el automovilista medio solo podía permitirse sencillos cabriolets basados en el Volkswagen Golf o el Ford Escort, o bien algunos modelos especializados.
Así, el cabriolet 325i de serie se introducía en un domino especial. Aunaba un temperamento deportivo, otorgado por su seis cilindros de 2,5 litros, al aspecto razonable de sus cuatro plazas y de su maletero perfectamente adecuado para las vacaciones. Además, el BMW de serie 3 tenia la reputación de ser una berlina compacta realmente deportiva. El nuevo cabriolet y su atractivo techo de tela culminaban una gama fascinante.
Considerando el indicador del nuevo mercado de los cabriolets lujosos de cuatro plazas, este coche tuvo una espléndida trayectoria. En efecto, desde entonces todo gran fabricante se sentía casi obligado a incluir en su catalogo un producto similar.
El éxito alcanzado de este automóvil se debe ante todo al impresionante trabajo básico de sus creadores. Los ingenieros de BMW no se contentaron con recortar el techo de la berlina, sino que recalcularon totalmente una resistencia a la torsión parecida a la de la berlina, sino que la renuncia al arco de nivel del montante B proporcionaba también una líneas sobria y a la vez clásica que hacia de cabriolet bávaro uno de los escasos coches de estética lograda de la década de 1980.
El descapotable del Serie 3 salió al mercado equipado inicialmente con el famoso seis cilindros en línea de 2,5 litros del 325i. Con sus 171 CV, potencia generosa a mediados de la década de 1980, esta motor hacia del cabriolet un auténtico coche deportivo y justificaba su reputación de dinamismo. Luego se ofreció con un seis cilindros más pequeño de dos litros, y mas tarde, con uno de cuatro cilindros.
El primer cabriolet de la serie E30 se fabrico hasta 1993. Y hoy parece claro que este coche de conseguidas líneas se convirtiera en una pieza de colección.
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Originally posted 2012-02-26 22:36:46.