A mitad de los años sesenta, los grupos automovilísticos estadounidenses intentaron extender su oferta en cuanto a vehículos de gama baja y media.
En Chevrolet el Chevelle iba a convertirse en el caballo de batalla de la marca. Pero la gama evolucionó. Al crear la versión Supersport del Chevelle, Chevrolet accedía en 1967 a la clase muy competitiva de los muscle-cars.
Un folleto publicado en 1967 anunciaba: “Si le gusta la acción, aquí tiene con que satisfacer su deseo”. Se trataba de la nueva versión Supersport del Chevrolet Chevelle con motor SS 396. El antiguo motor V8 de los modelos 1966, que desarrollaba 357 CV, veía su potencia rebajada en unos 50 CV, pero al mismo tiempo disponía de un sistema Turbo-Hydramatic opcional. El coche se ofrecía naturalmente con la célebre caja automática de dos velocidades Powerglide o con una caja manual.
Mientras que el primer Chevelle había sido planeado como el modelo familiar de clase media-baja, el SS 396 era un coche concebido y diseñado para estar en manos de un conductor totalmente deportivo.
Opcionalmente el SS 396 podía estar dotado con frenos de discos delanteros, mientras que los primeros Chevelle sólo tenían frenos de tambor. La cilindrada se había duplicado hasta alcanzar los 6,5 litros, la velocidad máxima pasaba entonces a los 200 km/h. El chasis también había sido mejorado: amortiguadores mejor adaptados, muelles reforzados y estabilizador más grueso delante.
Detrás del Chevelle descansaba sobre un eje rígido. El principal responsable de estas innovaciones no era otro que Pete Éstes, el jefe de Chevrolet, porque sólo la creatividad permitía obtener la victoria en la lucha competitiva con otros muscle cars con una potente motorización.
Las nuevas versiones Supersport adoptaban también las modificaciones de diseño de los modelos 66. Los parabrisas abombados y emblema de la doble S situado en el centro de una calandra con una ligera forma de V, le conferían un estilo particular a la parte delantera del SS, la cual marcaba una nueva tendencia estética. Las tomas de aire ligeramente sobresalientes, situadas en el centro del capot delantero, reforzaban aún más el estilo deportivo de este coche.
La ausencia de montantes laterales centrales afinaba la línea del coupe deportivo, que podía incorporar opcionalmente un techo de vinilo negro o tintado de color. La serie de Chevelle siguió adelante durante cinco años más, con motores modificados y un nuevo diseño.
El chasis fue acortado, los coupes hard-top y convertibles formaron una gama aparte. La nueva forma del Chevrolet Chevelle lucía unos laterales abombados, una línea de cintura más redondeada y un techo fastback.
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Originally posted 2011-10-15 18:32:55.