El Cadillac Series 75 de 1962 dispone literalmente de todo el espacio suficiente para tumbarse. El tabique de separación detrás del conductor indica que se trata de una berlina clásica con chofer. Este último tiene, ciertamente, ayudas como la dirección asistida y la caja de cambios automática, pero las gigantescas dimensiones y las características en carretera del Cadillac le darán bastante trabajo.
Si se habla de una longitud de 6,15 mm y de una anchura de 2,04 mm, al europeo medio le vendrá a la cabeza una furgoneta o algo parecido. Y se equivocará: se trata de las dimensiones básicas de un coche americano, el Cadillac Series 75 de 1962.
No obstante, debido a que su anchura es superior a los 2 metros, la legislación relativa a la circulación por carretera obligada, en algunos países como Alemania, a que permaneciese en el carril derecho de las autopistas, como si se tratara de un camión de mercancías.
Ya de lejos, visto lateralmente con su capot delantero de dimensiones de mesa de ping-pong, sus tres inmensos cristales y su interminable maletero, se percibe que se trata de un gigantesco barco. Y es exactamente así como hay que pilotear este larguísimo Cadillac. De hecho, parece realmente que navega por la carretera y que cabecea como en alta mar.
La dirección asistida es realmente muy directa: con tres vueltas y media se pasa de un extremo al otro, pero no da ninguna sensación al conductor y puede incluso revelarse inquietante en posición neutra. Así, el mal comportamiento en línea recta del 75 obliga al conductor a controlar sus nervios y a mantener la calma para que la nave no empiece a balancearse peligrosamente.
Detrás del tabique de separación con cristal, que se acciona eléctricamente, las cosas tienen naturalmente un aspecto diferente: el confort de las suspensiones es realmente increíble y ni los pasajeros con las piernas más largas que se sienten en el borde exterior de los asientos delanteros. El espacio sólo se limita un poco cuando se ocupan los asientos auxiliares, situados en los respaldos de los asientos delanteros.
La técnica es perfectamente digna del país del Tío Sam: motor V8 de 6,4 litros alimentado por un gigantesco carburador de cuatro cuerpos. A esto hay que añadir la suspensión independiente delantera con dobles triángulos y el eje trasero rígido.
El peso tambaleante del Cadillac es una consecuencia de los muelles helicoidales y de los ligeros amortiguadores concebidos exclusivamente pensando en el confort. Su caja de cambios automática de cuatro velocidades garantiza el cambio de marchas, ayudada por un convertidor hidráulico.
Y no puede faltar una buena climatización para asegurar el bienestar de los pasajeros que realicen un largo viaje por una de las interminables highways del sur de Estados Unidos. El peso es de 2.440 kg, la velocidad máxima es de 180 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 13,2 segundos.
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Originally posted 2013-04-24 12:12:24.