Nissan se llamaba aún Datsun cuando decidió, a finales de la década de 1960 y a principios de la siguiente, desembarcar en los mercados de América de Norte y Europa. El primer coche en entrar fue el 240 Z, un verdadero coche deportivo potente, con un estilo atractivo y un precio realmente competitivo. El proyecto siguió adelante. La serie Z, (el 260 Z y luego el 280 Z aparecieron mas tarde), fue un apoyo de imagen inimitable para la joven marca japonesa.
Cuando el Nissan 200 SX llegó al mercado en 1989, la marca lo lanzó como el heredero legítimo del legendario 240 Z. Esto era falso, pues contrariamente al antiguo deportivo biplaza, el 200 SX era un cupe de cuatro plazas. Pero en cierto modo no era tan falso, pues la potencia había efectuado un importante salto adelante en el curso de los veinte años anteriores de la historia del automóvil. Los 169 que el 200 SX tomaba de sus cuatro cilindros de 1,8 litros no tenían nada que temer de su antecesor. Al contrario, puesto que el 240 Z, muy temido por Porsche, solo ofrecía 150 caballos generados por un seis cilindros de 2,4 litros.
Sin embargo, el 200 SX tenia otro carácter. Se trataba de un cupe clásico, lo que no debilitaba su concepto básico. Además del aspecto practico (los dos asientos traseros y un maletero de volumen razonable), el 200 SX ofrecía a su conductor numerosos ingredientes muy necesarios en el transito de cada día. Hay que mencionar especialmente su línea compacta y elegante sin duda, agradable a la vista. Además, la posición de conducción rebajada se añade al encanto de una potencia mas que suficiente.
Los 169 CV ya mencionados del motor de 1,8 litros se deben en primer lugar al turbocompresor Garrer refrigerado por aire. Pero también esta claro que cuatro cilindros del 200 SX se encontraba en la cumbre de la mecánica en 1989: cuatro válvulas por cilindro, dos árboles de levas a la cabeza, inyección electrónica de gasolina y catalizador regulado de tres vías.
El tren de rodaje estaba en consonancia con esta imagen: suspensión independiente en las cuatro ruedas y compleja estructura del eje trasero por medio de patas de fuerza longitudinalmente y transversales. ¡De este modo!, el modelo de Nissan era el rey de las curvas.
El habitáculo no podría ser mas típico. El se ve la desnudez característica de la década de los 80s. Pero no le faltaba nada y el conductor lo tenia todo al alcancé de sus ojos y sus manos. Su medidas era de 4,54 mm de alto, 1,69 mm de ancho, 1,29 mm de alto y pesaba 1,260 kg. Su velocidad máxima era de 222 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos.
El 200 SX es considerado un típico representante de los coches de ensueño modernos y accesibles: plano y rápido, muy practico y, además, casi sin defectos.
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Originally posted 2012-03-31 19:00:10.