El sucesor del Countach apareció en 1991, con la dura tarea de sustituir a su famoso antecesor y presentar batalla a la Ferrari Testarossa. Para conseguirlo, se trabajo sobre la base mecánica del Countach, pero utilizando novedosas soluciones. El encargado fue Marcello Gandini, padre del Miura, este le introdujo una carrocería en consonancia con las nuevas aspiraciones de Lamborghini. Solo faltaba ponerle el nombre, y ninguno podría ser más apropiado que el Diablo.640-822 dumps
Cuando Lamborghini se propuso crear el Diablo, el empresa todavía estaba en manos del viejo Ferruccio y sobrevivía gracias a las ventas del Countach, el coche que los salvo de la quiebra. De todas maneras, cuando el Diablo vio la luz, la mítica marca italiana era propiedad de Chrysler, lo que incidió en muchos aspectos del proyecto.
En Lamborghini aseguran que partieron de cero a al hora de diseñar el nuevo auto, pero lo cierto es que el Countach peso decisivamente en la concepción del Diablo. No en vano, y pese a que la carrocería diseñada por Gandini era menos provocadora y menos radical que la de su ilustre antecesor, se mantuvieron tanto el motor como el esquema básico de la mecánica (chasis y trenes rodantes) e incluso el sistema de apertura de las puertas en guillotina.
El chasis del Diablo se construyó utilizando una estructura monocasco de jaula de seguridad, para el habitáculo, y subchasis tubulares delante y detrás, como elementos portantes. El acero utilizado para el monocasco era extremadamente rígido, mientras que ambos subchasis, y esa era unas de las novedades respecto al Countach, se fabricaron en acero algo menos resistente y con zonas de deformación programada para que fueran capaces de absorber la energía de un impacto en caso de accidente, lo que permitió a la marca conseguir excelente resultados en las pruebas de choque previas a la homologación.
El esquema de suspensión apenas vario, mientras que el motor recibió una pequeña cura de rejuvenecimiento. El viejo doce cilindros de Lamborghini ya había evolucionado en diferentes ocasiones en los casi veinte años de vida del Countach, así que el Diablo ya lo heredó con cuatro válvulas por cilindro. La marca retocó, no obstante, el diámetro y la carrera para llevar la cilindrada a 5, 7 litros y alcanzar una potencia cercana a los 500 CV. La cifra homologada finalmente fue de 492, aunque en Lamborghini aseguraban que sin la presencia del obligatorio catalizador, el propulsor habría dado entre 530 y 540 CV.
Marcello Gandini era uno de los mejores diseñadores italianos. Había trabajado en Bertone y firmado autos tan recordados como el mítico Lamborghini Miura, el propio Countach o el Lancia Stratos, así que no es de extrañar que también se le pidiera que dibujara el Diablo. Gandini realizó un superauto de los años noventa, pero supo respetar elementos del pasado como las puertas de guillotina. El Diablo se destacaba por sus líneas tan poderosas como equilibradas, hábil mezcla de rectas y líneas curvas. La parte delantera era tremendamente corta, para avanzar al máximo del habitáculo y centrar en la medida de lo posible, el enorme propulsor.
Gandini, aunque acepto diseñar el auto, jamás reivindico como suyo el resultado final, ya que los hombres de Chrysler intervinieron según en el exceso en el proyecto. En Chrysler se diseño el interior del auto, dotándolo de una ergonomía de la que el Countach jamás hizo gala, y se estudio en la carrocería en el túnel de viento, consiguiendo un resultado aerodinámico brillante en solo 0,31, aunque al precio, eso si, de suavizar las líneas iniciales que imagino Gandini.
Poco después, el diseñador ofreció el diseño inicial del Cizeta, un superdeportivo italiano fabricado artesanalmente en un número muy reducido, por Claudio Zampolli y Giorgio Moroder, con un motor de diseño propio de 16 cilindros.
El Diablo se presento en Montecarlo, en 1990 en medio de una gran expectativa. Los responsables de Lamborghini hablaron por entonces del auto de serie más rápido del mundo, y los primeros ensayos del vehículo corroboraron esta contundente afirmación. El Lamborghini Diablo fue cronometrado a más de 330 km/h en la pista de alta velocidad de Nardo, en Italia, así que, cuándo se puso a la venta, sus pretensiones de superar a la Ferrari Testarossa, su gran rival italiano, estaban perfectamente fundamentadas.
Pese a los sucesivos cambios de propietario de la empresa (Chrysler vendió su parte al grupo empresario Megatech, con capital indonesio, y este posteriormente a Audi), el Diablo fue evolucionando poco a poco hasta consolidarse como el mas espectacular de los superdeportivos de producción.
Lamborghini ya anticipo en la presentación del coche que iba a existir una versión de cuatro ruedas motrices con el fin de ofrecer una mayor seguridad activa sobre piso mojado. Esta versión, llamada VT (Visco-Traction), llevaba un embrague viscoso que repartía hasta un 20% del par a las ruedas delanteras, y contaba con una suspensión pilotada de forma electrónica. No fue la única variante del Diablo, ya que se construyeron también una versión roadster y diferentes variantes mas potentes hasta que, en 1999, el coche, ya bajo la batuta de Audi, recibió unas ligeras modificaciones estéticas.
El Diablo fue el único modelo que vendía la marca hasta la presentación del Murciélago a finales del 2002. En sus últimos años su producción no llegó a las 500 unidades anuales.
Este fue uno de los mejores superdeportivos de la historia, junto con sus antecesores el Miura y el Countach.
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Originally posted 2013-10-05 19:31:49.