El modelo de 1958 del 250 Testarossa es un coche de carreras de pura sepa. Dotado de un extraordinaria potencia extraída de los doce cilindros típicos de Ferrari, el Testarossa alcanzaba el limite mágico de los 250 km/h, ¡en 1958! Su nombre proviene de las tapas de la culata, pintadas en rojo. En efecto, el Testa rossa, (así, en dos palabras) significa en italiano cabeza roja.
El 250 Testarossa del año 1958 es el sucesor directo del 500 TRC. El salto de potencia entre estos dos modelos es especialmente impresionante: el V12 de tres litros con un árbol de levas a la cabeza del 500 TRC era capaz de desarrollar exactamente una potencia de 190 CV, mientras que el motor del 250 TR, en principio idéntico, proporcionaba 300 caballos. Las modificaciones en la preparación de la mezcla y en el sistema de escape explican esa evolución.
De los 23 ejemplares construidos, 19 fueron adquiridos por clientes privados, mientras que cuatro coches fueron destinados a la competición. En 1958, recién salido de fábrica, el 250 Testarossa gano cinco carreras, incluidas las 24 Horas de Le Mans, y demostró que era uno de los mejores coches creados por Ferrari.
La versión de este coche de carreras adquirida por los clientes estaba equipada con seis carburadores dobles Weber y un sistema de escape muy perfeccionado. Los dos conductos séxtuples desembocaron primero en un colector común que se dividía de nuevo en dos tubos y, por ultimo, formaban cuatro tubos terminados en forma de trompeta.
Este elaborado sistema tenia recompensa: con una relación de compresión de 9.8:1, el V12 de tres litros desarrollaba 300 CV, algo mas que suficiente para un coche que no pesa mas de 800 kilos. Su velocidad máxima era de 250 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 6 segundos.
Es cierto que la potencia pura no lo es todo en un coche de carreras. Así, el 250 TR de 1958 soportaba casi toda la carga en el eje delantero. El pesado V12, directamente acoplado a una caja de cuatro velocidades se apoyaba en exceso en las ruedas delanteras, favoreciendo que patinasen. Pero los frenos de tambor también complicaban la vida a los pilotos de Ferrari 250 TR. Ciertamente, el Testarossa funcionaba bien, ya habituales a los circuitos, y podían permitirse frenar claramente mas tarde.
El tren de rodaje de la versión clientes de 250 TR era comparativamente sencillo, la suspensión de las ruedas traseras estaba asegurada por un simple eje rígido y dos resortes de ballesta longitudinales. La carrocería de metal ligero de este coche descansaba en un chasis de construcción robusta, (largueros de tubos soldados). El diseño del 250 TR se debía a Scaglietti y sus soberbias líneas impresionan actualmente.
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Originally posted 2012-01-29 20:02:23.