

Los Bristol se venden en una tienda situada en una esquina de la High Street del distrito londinense de Kensington. La compañía ha funcionado de forma ininterrumpida desde el final de la Segunda Guerra Mundial y es uno de los últimos fabricantes nacionales de productos de altas prestaciones.
Dicho esto, hay que decir que Bristol ha utilizado motores estadounidenses para impulsar sus elegantes coches desde los años sesenta, y el Fighter prosigue con esta tradición al emplear el enrome e imponente motor V10 de aluminio del flamante Dodge Viper.
A su vez, esta unidad fue desarrollada por Lamborghini en Italia a partir de un motor comercial. El diseño del Fighter, como anticipa su linaje aeronáutico, está totalmente regido por la aerodinámica.
Consigue combinar las sensaciones de un deportivo tradicional para el conductor con unos insuperables niveles de lujo y refinamiento para los pasajeros. La compañía de Anthony Crook, durante mucho tiempo objeto de burla por su diseño en forma de reloj de salón, ha producido algunos de los supercoches más potentes y prácticos de la historia. Un producto exclusivo para conductores exigentes.
El motor es un V10 en posición frontal, de 7.990 cm3 de 525 CV a 5.100 rpm. La velocidad máxima es de 340 km/h y acelera de 0 a 96 km/h en 4 segundos.
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Originally posted 2014-06-15 23:06:06.