¿Quien dijo que todos los deportivos de gama alta tienen que proceder de Italia?. El Bitter SC Cabrío se parece mucho a una Ferrari o a un Lamborghini, pero su patria es Schwelm, cerca de Dusseldorf. Y a pesar de que la técnica es espacialmente de Opel, escondía por debajo de una esplendida carrocería.
Los primeros años ochenta pasan por ser un periodo muy gris para el mundo del automóvil desde muchos puntos de vista. Los coches en catalogo ya salían oxidados y la fiabilidad había dejado de ser una prioridad.
Y como los descendientes de las grandes series tropezaban con todo tipo de periferias, nada podía ir bien para los coches especiales de los pequeños constructores. Una forma seductora cubriendo una mecánica confirmada de gran serie representaba un nuevo segmento del mercado. Erich Bitter, un antiguo piloto, nacido y establecido en Schwelm, cerca de Dusseldorf, apostó por esta estrategia.
Su pequeña planta automovilística (que permaneció activa hasta 1997), creaba deportivos espectaculares a los cuales daba su nombre. En principio se basaban, con al intención de que pudieran usarse todos los días sin problemas, en una mecánica Opel bastante Burguesa.
El cabriolet Bitter SC fue presentado en 1981 durante la IAA de Frankfurt. Estaba basado en el cupe construido desde 1980 y salió a partir del verano de 1982 en dosis homeopáticas de las fabricas de Bitter. La distribución confidencial (los historiadores del automotor estiman que la producción diaria era de un solo ejemplar) no se debía a la capacidad limitada de la factoría Bitter, sino también al precio del vehículo. En efecto en 1982 este modelo costaba a su comprador mas del doble que un Porsche 911.
En cambio, este precio (además de la exclusividad mencionada antes) permitía al comprador disponer de cuatro asientos, con o sin la protección de una capota textil, y la mecánica completa del Opel Monza. Este se componía de un motor de seis cilindros en línea de 180 caballos, una suspensión independiente por brazos oblicuos, muelles helecoidales y estabilizadores delanteros y traseros, ruedas de 15 pulgadas y (salvo la capota eléctrica) un equipamiento relativamente completo. Con un suplemento de precio se podía además disponer del SC Cabrio con tracción integral.
Las medidas eran de 4,85 de largo, 1,82 de ancho y 1,35 de alto. Su peso era de 1.571 kg. El SC tenia una velocidad máxima de 198 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos.
Mas tarde, en 1985, Bitter decidió transformar el SC cupe en unos de los convertibles mas bellos de su época. La prestigiosa marca Keinath se encargo de tan compleja tarea. El resultado solo es comparable, en Europa, al exclusivo Rolls-Royce Corniche.
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Originally posted 2012-05-14 15:11:44.