En 1995, Opel presento un concepto de coche modular, al que llamo Maxx, que estaca pensado para dar soluciones a muy diversas solicitudes en el campo del transporte urbano. El coche, de tres metros de longitud, permitía usar la misma plataforma y la misma mecánica para fabricar vehículos muy distintos entre si, adaptados a las necesidades del cliente.
El Maxx podía configurarse como una berlina urbana de cuatro plazas con gran espacio para carga, un cupe descapotable, un pick-up, un todo terreno e incluso un taxi.
Para conseguirlo, los ingenieros de Opel diseñaron una jaula de aluminio que se utilizaba como chasis monocasco. El uso del aluminio debía permitir formar los diferentes largueros del chasis, variando tanto la forma como la
sección de los mismos, con lo que se conseguía aumentar la rigidez allí donde hacia falta y diseñar zonas de deformación programada para casos de accidentes, sin que ello repercutiera en el peso. Una de las grandes facultades del coche era que superaba los 600 kilos.
A la jaula de aluminio se adaptaron los distintos paneles de carrocería, que también tendrían que haber sido de aluminio, pero que al realizar los prototipos rodantes, en 1996, se fabricaron en fibra de carbono, un material aun mas ligero. Esos paneles eran los responsables de dar forma a la carrocería, en función de los gustos del cliente.
Cuando Opel construyo, los prototipos Maxx, realizo dos versiones. La primera media los los tres metros proyectados, con dos metros de distancia entre ejes. La segunda versión, de cuatro puertas, fue alargada hasta los 3,60 metros de largo, ganando 60 cm de distancia entre ejes.
En el interior se realizo un salpicadero también modular que podía alojar diferentes elementos, entre ellos un sistema de navegación que sustituía a la instrumentación, dado, el previsto uso urbano. Un equipo de sonido, otro de telefonía móvil o un climatizador eran algunos de los elementos utilizados en el interior, que podían montarse a posteriori, es decir, una vez el coche había sido entregado al cliente. De la misma manera, el propio cliente podía cambiar de coche, de un dos a cuatro plazas, por ejemplo, sustituyendo solo los paneles y añadiendo un asiento corrido, cuando lo deseara.
Para conseguir un consumo muy favorable y un alto grado de eficiencia medioambiental. Opel doto al Maxx de la misma tecnología. El motor era un tres cilindro diseñado específicamente. La caja de cambios, de tipo secuencial con embrague electrónico, favorecía también el menos consumo, así como los neumáticos, de bajo razonamiento.
Algunas de las soluciones aplicadas al Maxx, entre ellas el motor, pasaron a la serie, aunque el coche no llego a la fase de industrialización y el concepto modular seguía en punto muerto en el año 2000. Volkswagen, sin embargo, aplico la receta Opel, en lo que se refiere a bajo consumo, y el Lupo 3 litros, lanzado en el año 1999, montaba un motor tricilindrico, aunque de ciclo diesel, un cambio secuencial electrónico, neumáticos de bajo razonamiento y paneles de carrocería realizados en materiales compuestos.
De esta manera, el Lupo 3 litros fue el primer coche de serie en bajar de los tres litros de combustible para los 100 km, un objetivo que el Maxx de gasolina no consiguió, pero marco el camino que debía seguir.
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Originally posted 2012-05-14 15:15:28.