

El Bristol es el equivalente en automoción de traje “Savile Raw”: tradicional, bien confeccionado, perfecto para su propósito y ajustado a las necesidades del comprador.
Un Bristol es para toda la vida. El 411 representa la expresión definitiva de un diseño que databa de 1962, cuando el 407 empezó a utilizar un V8 Plymouth-Chrysler en lugar de motores de preguerra de seis cilindros basados en BMW, que llevaban utilizando los Bristol desde 1947.
Se dice que los primeros Bristol estaban equipados con motores liberados de Alemania tras el final de la guerra. Entre 1969 y 1976 sólo se produjeron 287 unidades, en una serie de sutiles variaciones de un estilo de éxito.
La cilindrada del motor acabó aumentando por encima de los 6,5 litros, lo cual daba lugar a algunos problemas de refrigeración al conducir por cuidad hasta que, en una de las revisiones de estilo, se incorporó un motor V8 más pequeño (5,9 litros) y equipado con un enrome turbocompresor Rotomaster.
Su estilo era engañoso. En realidad, estos coches eran extremadamente potentes y muy gratificantes para los conductores entusiastas. La velocidad máxima del motor de 335 CV a 5.200 rpm (6.556 cm3) era de 225 km/h, y aceleraba de 0 a 96 km/h en 7 segundos.
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Originally posted 2014-06-15 23:10:30.