Si estás leyendo esto quiere decir que te estás planteando si la mejor opción para ti es un coche de segunda mano o uno nuevo, ¡difícil decisión! En este artículo vamos a compartirte 7 motivos que pueden ayudarte a aclarar tu decisión.
Ahorras dinero
Seamos realistas, un coche de segunda mano en buen estado es una opción estupenda para tener un vehículo propio y sin necesidad de hacer un grandísimo desembolso. A su vez, en el momento en el que lo compres no va a sufrir una gran devaluación, lo que sí sucede cuando compras un coche nuevo, que nada más sacarlo del concesionario ya no vale todo lo que has pagado.
Coche de categoría superior
En el mercado de ocasión y de segunda mano puedes encontrar coches realmente estupendos, en buen estado y de hace pocos años, por un precio muchísimo más asequible. Esto supone que puedes comprarte un coche de categoría superior y/o con mejores prestaciones de segunda mano de las que a lo mejor podrías pagar si fuese nuevo.
Pagas menos impuestos
Otra de las estupendas noticias que hacen que la compra de segunda mano sea tan tentadora es que estás exento de pagar el IVA y el impuesto de matriculación, lo único que vas a tener que abonar es el Impuesto de transmisiones más el cambio de titularidad en la Dirección General de Tráfico. En números, centrándonos en los impuestos, en lugar de pagar el 21% de IVA vas a tener que pagar entre el 4 y el 8%
Aliado del medio ambiente
Tenéis estudios más antiguos y más recientes que muestran la relación del mercado de segunda mano con una mejora del medio ambiente. Imagínate la cantidad de emisión de CO2 a la atmósfera que conlleva la creación de un vehículo nuevo, al igual que la cantidad de chatarra que supone no optar por vehículos de segunda mano.
En cifras, el estudio «El efecto medioambiental de la segunda mano 2020» ha concluido que los vehículos de ocasión evitaron la emisión de 1’2 millones de toneladas de CO2 en 2020; otro estudio de Vibbo, «en el caso de los vehículos, el mercado de segunda mano puede evitar tanto la producción de un coche nuevo como la gestión de nuevos residuos, por lo que la compraventa de un coche de hasta 20 años reduciría la huella de carbono.»
Cuentas con garantía
En el caso de que compres un vehículo usado a un concesionario que sepas que cuentas con una garantía de hasta 3 años, como mínimo de un año. Entonces, los miedos típicos de «a ver si me van a dar gato por liebre» disminuyen, porque hay una empresa que se tiene que hacer cargo de cualquier defecto que pudiese aparecer en ese periodo de tiempo.
¿Qué ocurre si se lo compras a un particular? Dicha garantía no existe, claro, pero a través del Código Civil sabemos que el vendedor ha de garantizar al comprador que el vehículo está libre de cargas, gravámenes o vicios ocultos. En el caso de que se diera cualquiera de estos casos, el vendedor debería hacerse cargo durante 6 meses.
Más fácil encontrar piezas
Si optas por comprar un vehículo de segunda mano de hace unos años verás que es más fácil encontrar piezas para los posibles cambios que tengas que hacerle en el futuro. Además, la mano de obra puede resultarte más barata que los vehículos actuales, donde ahora todo va por ordenador y hay listas de espera para que puedan hacerte las revisiones pertinentes.
Te ahorras las revisiones iniciales
Cuando compras un vehículo nuevo tienes que hacer revisiones anuales como mínimo, mientras que si lo compras de segunda mano esto ya no es necesario.